El desarrollo motor es una parte esencial del crecimiento infantil. Es el proceso por el cual los niños aprenden a controlar sus movimientos, a desplazarse, a explorar el mundo y a relacionarse con su entorno físico. Pero no se trata solo de caminar, saltar o correr: también incluye el control de las manos, la coordinación, el equilibrio y la planificación de acciones.
Y la mejor forma de estimular todo eso es a través del juego. Porque jugar no es un “extra” en la infancia, es la base del aprendizaje. En este artículo, vas a encontrar ideas simples para acompañar el desarrollo motor de tu hijo de manera natural, divertida y respetuosa, adaptada a cada etapa.
¿Qué es el desarrollo motor?
El desarrollo motor se divide en dos grandes áreas:
- Motricidad gruesa: movimientos amplios del cuerpo, como rodar, gatear, caminar, correr, saltar, trepar, bailar, etc.
- Motricidad fina: movimientos más precisos que implican coordinación ojo-mano, como agarrar objetos pequeños, dibujar, recortar, abrochar, etc.
Ambas áreas están relacionadas entre sí y se desarrollan de manera progresiva desde el nacimiento hasta la adolescencia.
Etapas del desarrollo motor en la infancia (orientativo)
Edad | Hitos motores comunes |
---|---|
0-6 meses | Sostiene la cabeza, gira, agarra objetos grandes |
6-12 meses | Se sienta, se arrastra, gatea, se pone de pie |
12-18 meses | Camina, sube escaleras con ayuda, lanza objetos |
18-24 meses | Corre, trepa, empieza a usar utensilios, arma torres |
2-3 años | Salta, patea pelotas, dibuja con intención |
3-5 años | Anda en triciclo, recorta, se viste, usa pincel |
5-6 años | Coordina movimientos complejos, copia figuras, baila con ritmo |
Cada niño tiene su ritmo. Las edades son solo orientativas.
¿Por qué el juego es clave para el desarrollo motor?
Porque el cuerpo aprende moviéndose. El juego:
- Estimula la coordinación y el equilibrio
- Favorece el desarrollo muscular
- Mejora la orientación espacial
- Desarrolla la planificación motora
- Fortalece la autonomía y la confianza
Y lo mejor: el niño aprende sin darse cuenta de que está “aprendiendo”. Solo se divierte.
Ideas de juegos para estimular la motricidad gruesa
Para bebés (0-12 meses)
- Tummy time (tiempo boca abajo) sobre una manta segura
- Alcanzar objetos colgantes
- Rueda suave con ayuda sobre una colchoneta
- Jugar a la rueda (“este dedito compró un huevito…”)
- Rodar una pelota grande hacia él
Para niños pequeños (1-3 años)
- Caminar descalzo por distintas texturas (alfombra, pasto, goma eva)
- Subir y bajar obstáculos con seguridad (almohadones, bancos bajos)
- Bailar al ritmo de canciones
- Jugar con pelotas de distintos tamaños
- Hacer “circuitos” caseros con sillas, túneles y cajas
Para niños de 3 a 6 años
- Saltar en un pie, en la rayuela o dentro de aros
- Jugar a “la estatua” (moverse con música y frenar)
- Imitar animales con movimientos (serpiente, rana, cangrejo)
- Correr y esquivar conos o botellas
- Hacer yoga para niños
Ideas de juegos para estimular la motricidad fina
- Romper papel con las manos
- Jugar con plasticina o masa casera
- Meter objetos en botellas, ensartar cuentas o botones
- Pintar con pincel, hisopos o los dedos
- Usar pinzas para trasladar objetos
- Recortar con tijeras infantiles
- Jugar con encastres, rompecabezas, bloques pequeños
- Hacer trazos con harina o arena en bandejas
Lo importante no es que “haga perfecto”, sino que explore.
Cómo acompañar sin presionar
- No lo corrijas todo el tiempo (“así no se hace”)
- No lo compares con otros niños
- Evitá decir “sos torpe” o “tenés que hacerlo mejor”
- Ofrecé apoyo si lo pide, pero dejá que intente solo
- Celebrá el intento más que el resultado
Frases como:
- “¡Mirá cómo te animaste a trepar!”
- “Se nota que estás practicando mucho”
- “¿Querés que lo intentemos de nuevo juntos?”
son mucho más útiles que un elogio vacío o una exigencia.
Qué tener en cuenta para un juego motor seguro
- Supervisión siempre presente
- Superficies antideslizantes o protegidas
- Espacios libres de objetos peligrosos
- Actividades acordes a su edad y desarrollo
- Libertad con límites claros: “Podés saltar acá, pero no en la cama”
La seguridad no debe impedir el movimiento, pero sí guiarlo con respeto.
¿Y si no quiere moverse mucho?
Algunos niños son más tranquilos o se frustran con facilidad. En ese caso:
- Ofrecé juegos que le gusten a él, no los que “debería hacer”
- Invitá a jugar, sin imponer
- Participá vos también: el juego compartido motiva
- Observá si hay algo que le incomoda (zapatos, luces, ruidos)
- Consultá con un especialista si hay señales persistentes de rigidez, torpeza o falta de iniciativa
Jugar es moverse, y moverse es crecer
Acompañar el desarrollo motor no es hacer ejercicios estrictos. Es darle la oportunidad de descubrir su cuerpo, sus capacidades y sus límites a través del juego.
Es dejarlo correr, saltar, trepar, ensuciarse, tocar, empujar, tirar, encajar… y hacerlo con alegría. Porque mientras juega, no solo fortalece sus músculos: también fortalece su confianza.
Y vos, con tu presencia, tu mirada y tu respeto por su ritmo, sos quien mejor puede acompañarlo en ese maravilloso viaje de movimiento, exploración y crecimiento.